7 de enero de 2016

HAY ESPERANZA PARA LA IGLESIA EN CRISTO

Cristo en la Escrituras
Por Mauricio  Mantovani

Tengo algunos objetivos en esta breve reflexión bíblica-teológica:  
  • Dar a conocer la esencia del mensaje del Evangelio con claridad y precisión a las personas para que tengan una comprensión bíblica Cristocéntrica (centrada en la persona y obra de Cristo)
  • Reflexionar sobre situaciones concretas (de la vida cotidiana) en las que podemos percibir claramente que la Palabra de Dios es real, en las dificultades o traumas personales, en la vida familiar, en la vida escolar o en otras situaciones que podemos mencionar. Cuando hablamos del Evangelio de Cristo, contenida en las Escrituras, es siempre interesante una actitud de diálogo interpersonal (ojo a ojo) sobre como el texto bíblico está presente (o no) en nuestras vidas ...
La esencia del Evangelio de Cristo está presente en todos los textos conservados bíblicamente, y el texto de Apocalipsis no es una excepción a este principio hermenéutico. Apocalipsis es un libro que habla de la victoria del Cordero de Dios (Cristo) y de la inclusión de su pueblo como participantes y celebrantes de esta victoria. El propósito de este libro es revelar y transmitir un mensaje de confort y consuelo a la Iglesia Cristiana, basados en la victoria conquistada por la persona y obra de Cristo. Apocalipsis es la revelación de la victoria dada y de la esperanza inoculada en aquellos que fueron convencidos por el Espiritu cuanto la obra del Cordero de Dios (Juan 1:29).

El tema teológico central del libro se basa en la victoria de Cristo sobre el sistema del anti-cristo y sus fuerzas operantes en este mundo. Los primeros cristianos vivían en medio de las desesperanzas y los sufrimientos causados por la persecución orquestada por el sistema mundial contrario a la Obra del Cordero. La muerte de los cristianos era precioso a los ojos de Dios y su victoria estaba garantizada por los méritos de Cristo (Apocalipsis 15: 2-3).

3 de diciembre de 2015

EL EVANGELIO Y LA ADORACION

Adoración
Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas. Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo. Salmo 9.1,2



La confesión del Salmo 9.1,2 revela una acción verbal que sucede repetidas o prolongadas veces, motivada por una causa presente y continua (v.4), es decir, el carácter de Dios. Porque has mantenido mi derecho y mi causa; Te has sentado en el trono juzgando con justicia. Salmo 9.4.

Un ejemplo similar es citado por el profeta Habacuc 3: 17-18 –
Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.


Una noticia de que alguien desapareció y fue encontrado trae mucha alegría. La noticia de que usted gano un concurso; que su equipo fue ascendido a la segunda división; que un ser querido se curó del cáncer y otras noticias de este tipo traen mucha alegría, pero estos aunque importantes, son pasajeros. ¿Cuál es su reacción a la noticia de que estaba condenado a la muerte eterna, pero por la misericordia fue liberado de esa condenación? ¿Cuál es su reacción a la noticia de que si no fuera por la misericordia de Dios, hoy por la mañana usted estaría fulminado?


La buena noticia del Evangelio de Jesucristo es exactamente este: Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Lucas 15.32. Una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo. Juan 9.25b. La adoración cristiana es el fruto de la acción del evangelio de Jesucristo en la vida cotidiana de un hijo de Dios; Es fruto de una relación de amor de un hijo con el Padre.



30 de noviembre de 2015

APRENDIENDO CON NAPOLEON

Napoleon Bonaparte
Glenio Fonseca Paranagua

Napoleón Bonaparte, exiliado en la isla de Santa Elena, dijo: “para fundar una religión es necesario primero morir y después resucitar, lo primero, yo no quiero y lo segundo no puedo”. Aquí, tenemos que hacer algunas consideraciones acerca de su expresión.

Cuando estaba el emperador en la cúspide del poder, el gran Napoleón se bastaba administrando su imperio con mano de hierro. En el exilio, sin la adulación del poder, tenía todo el tiempo para reflexionar y la gracia de lo alto para ser transformado; parece que fue convertido. Sin embargo, en su declaración de arriba, no fue exacto. Nadie necesita morir y resucitar para fundar una religión. De hecho, la religión se construye y ejerce en la fuerza de la carne del viejo Adán.


Tal vez Napoleón quiso decir: para ser miembro del evangelio es necesario morir y después resucitar; es necesario que el viejo Adán muera. El problema es que no queremos morir. No quiero salir del comando, no pretendo dejar de gobernar. Además, si me muero, no puedo volver a la vida. Yo no puedo levantarme o resucitar.



24 de noviembre de 2015

ESPIRITUALIDAD CRISTOCENTRICA

"God is my co - pilot"
Por Julio Cesar Lucarevski
 
Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Juan 6:28.

En Boston, en el restaurant Hard Rock Cafe, usted puede observar muchos objetos y colecciones que pertenecieron a las bandas más famosas del rock internacional. En el área de los Rolling Stones, lo que más llamó mi atención fue ver a un coche que cuelga en la altura del techo, saliendo de la pared con las siguientes palabras en la placa: “God is my Co-pilot”, es decir, “Dios es mi copiloto”. Esto refleja la mentalidad religiosa de nuestros días, donde el hombre es el protagonista de su propia espiritualidad. 

El expresión “deísta moralista terapéutico” fue creado por el sociólogo Christian Smith para describir el comprensión actual que los jóvenes estadounidenses han alimentado de Dios. El investigo durante cinco años, la visión religiosa de los adolescentes de los Estados Unidos, y publicó sus conclusiones en su libro “Investigando el Alma” (Soul searching: the religious and spirituals lives of american teenagers) publicados por la Oxford University Press. El resultado fue ver que esta visión está lejos de la cosmovisión bíblica.

El “deísmo moralista terapéutico” ya es una realidad también en America Latina y se puede definir como: “la creencia de que Dios bendice y lleva al cielo a las personas “buenas y sinceras” que tratan de vivir una vida decente aquí en la tierra (moralismo). Otro aspecto sería que la cosa más importante de la vida es sentirse bien, estar en paz con uno mismo y ser feliz (terapéutico). Y, finalmente, el “deísmo” en el que Dios no necesita estar involucrado en nuestra vida, es decir, Él no es un Dios personal. Excepto en los momentos de aprieto, cuando Él se acerca y nos “auxilia”.

En esta visión de mundo el “yo” es el protagonista y no Dios. Se trata de una espiritualidad centrada en el “falso yo” y se caracteriza por la auto-realización y auto-satisfacción, en lugar de la verdad y de la Gloria de Dios. Esto contradice directamente con el modelo de espiritualidad de Cristo Jesús del vaciamiento, renuncia y dependencia del Padre. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, ... hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2: 5-8.

LA HISTORIA REAL DE LA BIBLIA

La historia real de la Biblia
Por Mauricio Mantovani.
La Biblia es el registro histórico del amor divino por nosotros, eterno y lleno de ternura. Es el registro divinamente inspirado y humanamente escrito, la proclamación de este amor traducido en el mensaje del Evangelio que fue revelado desde el comienzo de la historia de nuestra raza caída. Es maravilloso percibir que el deseo de la reconciliación Divino-humana parte del propio Dios. Es una iniciativa que nace de su misericordia y gracia por una humanidad que lo rechazo desde sus primeros padres.

Nuestros primeros padres (Adán y Eva) cambiaron la confianza y la seguridad ofrecida por su Creador por la propuesta tentadora de ser como El. Esta elección fue mortal y catastrófica. Frente del daño producido por la realidad de este pecado, solamente el proyecto iniciado por el propio Redentor podría resolver tal rebelión. Sólo el Creador, Redentor puede hacer el trabajo de unir nuevamente la Deidad totalmente Santa al ser humano radicalmente depravado.

El Evangelio es la proclamación del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Juan 1:29. El tema de las Escrituras es sobre quién es este Cordero en su obra realizada en la eternidad y revelada por su intervención histórica favorable para una humanidad completamente caída. Él estaba en el mundo, y el mundo no le conoció. Juan 1:10.